¿Dónde nos conocimos?
Si bien en el mundo se habla del inicio del Movimiento Leather a finales de los años 40 y su difusión a lo largo de dos décadas como una forma alterna y clandestina del mundo subterráneo para los hombres que buscaban sexo con hombres, prácticas alternas de sexualidad y desarrollar cierta camaradería que no tenía la intención de defender o cuidar públicamente lo que en esos tiempos era perseguido como delito o tomado como problema mental, pero el caso de México, el que nos importa, es una consecuencia del mismo Movimiento Gay y la forma en que se desarrollaron en su momento los movimientos políticos y sociales posteriores al 68.
Cuando los Leather aparecen de forma abierta en la Marcha de 1993 y fueron rechazados por algunos grupos radicales, no quería decir que no hubiera ya hombres Leather en México, que aún sin llamarse así, practicaban formas de Sadomasoquismo y tenían el gusto por expresar sus fetiches y filias.
Sin medios electrónicos, con solo menciones en diarios amarillistas y la nota roja cuando algo pasaba mal y se entendía que así debía ser (algo que no debía preocupar a nadie ahora, pero entonces se daba por hecho que si se publicaba era verdad bajo el contexto que se le quería dar), por ello muchos hombres sentían que algo andaba mal por gustar de la ropa de cuero, su fijación con los uniformes, motociclistas, militares y diversos ambientes que se desarrollaban como un Underground del Underground y que había que pasar por el primero para llegar al segundo, además de cierta mitificación en que se podía confiar, de acuerdo al modo de pensar de entonces, que se mantenía alejado a los simples curiosos, mientras que los verdaderos interesados habrían de insistir en encontrar a esos otros hombres de gustos parecidos al reconocer que había muy pocos que iban a identificarse o seguir esos ideales mientras otros solo permanecerían en su closet, sin poder hablar del tema con nadie siquiera.
Esa insistencia hizo que se llegara a responder a la convocatoria a conocerse, a verse y empezar a juntarse a lo largo de la década de los 90, mientras aparecían y desparecían pequeños grupos que se reunían bajo la intención de convivir en su Identidad Leather, la persistencia pudo encaminar a dos puntos muy importantes, la Identidad Leather como opción ante las muchas variantes del Movimiento LGBT y la presencia de los Leather en la Marcha para demostrar el orgullo de esa identidad, algo que pocos pudieron repetir, pues el Movimiento estaba entonces pasando por la adaptación de una primera generación Gay que vivía sin ser violentada como grupo, algo que costó trabajo asimilar.
Como muchos movimientos, la clandestinidad persistió como única opción para expresarse en casi toda la provincia, era en la Ciudad de México donde muchos encontraban durante la Marcha a esas personas que podían hablarles de esas Identidades e invitarlos a conocer a sus miembros y razones para existir, ese acercamiento parecía repetir lo sucedido en los años 50 y 60, en que muchos se identificaban con el Movimiento Gay la Liberación Sexual, pero debían salir del país para poder conocerlo y expresarlo públicamente, ante ese panorama llevado al presente, fue la llegada de Internet lo que hizo madurar las fantasías, darle nombre a las prácticas y conocer a otras personas a lo largo del mundo que tenían gustos parecidos y que pasaban por procesos parecidos de reconocer su identidad y la forma en que el resto de los que los rodeaban lo iban asimilando, ya no era la isla en que se creía estábamos, donde la Ciudad de México era el punto de contacto con el resto de las grandes capitales del mundo, ahora cada pc era ese punto de contacto y muchos estaban pasando de la vida virtual a la vida pública, pero eso sería otra parte desde los años 2000 a la fecha.
Continuará...
27 de Junio, Contingente del Orgullo Leather en la XXXVII Marcha del Orgullo LGBT de la Ciudad de México.
@Leathermx
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