Uno de cada 200 recién nacidos nace con genitales que no son fácilmente reconocibles por un adulto y que puede ser consecuencia de la falta de concordancia entre los cromosomas (XX, XY), los genitales (vulva, pene) y las gónadas (ovarios, testículos), esta discrepancia entre sexo y genitales fue diagnosticada como Interxeualidad, que comprende una serie de desórdenes en el desarrollo sexual.
Anteriormente se calificaba como hermafroditismo, pero al no haber órganos sexuales diferenciados y funcionales no se podía dar esa definición, hacia los años 50 el sexólogo John Monney elaboró la teoría que los recién nacidos hasta los 2 años eran seres ambigüos, con lo cual justificaba que se podía reasignar un sexo biológico por medio de cirugía y tratamientos hormonales cuando se nacía con órganos indiferenciados, creyendo que el niño al crecer, siendo educado como niña y recibiendo hormonas a partir de las adolescencia sería una mujer, lo cual demostró su ineficacia al causar depresión y llegar hasta el suicidio de hombres que se vieron mutilados y cuya identidad de género era masculina y no femenina.
A pesar del error fue hasta los años 80 que se desistió definitivamente de insistir en operar a recién nacidos con órganos genitales ambigüos y esperar que en la adolescencia aparecieran las características sexuales secundarias para iniciar tratamientos, mientras tanto aparecía un nuevo problema a nivel legal al tener que declarar un sexo al momento de nacer basado en las observaciones del médico o partera, lo cual incluía a recién nacidos en cuya apariencia había un pene tan pequeño que no se diferenciaba de una vulva, la ausencia de pene o un error en el par 23 (XXX, XYY, XXY, XO) con lo cual los intersexuales terminaban siendo registrados como niñas.
Varias naciones iniciaron diversas causas por el reconocimiento de un tercer género o género neutro al nacer en espera de la reasignación voluntaria que el individuo solicitara al llegar a la adolescencia o en edad adulta, sin embargo mucho de estos jóvenes han optado por no pasar por el proceso de reasignación con fármacos ni cirugía, además de pelear por el reconocimiento de su situación como individuos y no como hombres o mujeres únicamente, en una sociedad bigenerista es algo complicado el asumir que alguien no pueda ser designado como hombre o mujer ni ser catalogado como trans, a esa incomprensión se suma que al ser independiente esta Identidad Sexual de la Orientación Sexual y la Identidad de Género, los intersexuales pidan su propio espacio dentro de la materia legal, pues siendo adultos tiene todo derecho a terminar una carrera, tener documentos de identidad, poder casarse y no ser víctimas de discriminación por no tener un sexo o género definido.
El Día Internacional de la Intersexualidad se conmemora cada 8 de noviembre en recuerdo de Herculine Barbin, quien nació en ese día en 1838, le fue asignado el sexo femenino y cuando llegó a la adolescencia descubrió que sentía atracción por las mujeres y una actitud de varón, hasta que fue revisada por un médico que descubrió que aparte de no menstruar tenía testículos, ovarios y un pene menor a 5 cm, al cambiar su identidad por la de varón perdió su trabajo de maestra y se suicidó estando en la miseria en 1868, su diario será el primer testimonio de una persona intersexual y la forma en que la sociedad rechazó su persona pese a ser completamente competente para desempeñarse en la carrera que tuvo y como individuo para sentir correspondidos sus deseos sexuales.
La bandera de la Solidaridad Intersexual es representada por un círculo lavanda, color de la combinación de ambos géneros, que se le ha quitado la flecha y la cruz del escudo de marte y el espejo de venus en un fondo amarillo.
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