La Orientación Sexual es la forma en que definimos la atracción afectiva, emocional, sentimental y sexual de un individuo hacia otro, se ha podido demostrar que tiene una condición innata, es decir, que se nace con esa orientación y no es algo que pueda escogerse, cambiarse o alterarse por la educación o la estructura social, lo que si puede modificarse es la forma en que se expresa dicha orientación, al decidir vivirla de forma privada o abierta, el reprimirla o hacerla pública, lo cual es apoyado por diversos grupos que luchan contra los prejuicios y a favor de la salud emocional y mental del individuo al enseñarle que siendo abierto y aceptando su Orientación tiene mejores posibilidades de ser feliz y llevar su vida en forma plena. Es en estas condiciones que se han ido formando diversos movimientos a favor de los derechos sexuales donde se reconoce que existe una sexualidad más amplia que la aceptada socialmente de una heterosexualidad normativa, donde se asigna un comportamiento social a cada sexo por medio del género, haciendo a lo masculino y lo femenino, una parte integral de ser hombre o mujer.
En las sociedades más conservadoras y tradicionales se ha intentado reprimir por medio de la invisibilización social de las personas no heterosexuales, lo cual puede ir desde el rechazo a hablar del tema abiertamente hasta la penalización con la cárcel o la muerte, además de imponer supuestos tratamientos y castigos correctivos con el propósito de reorientar a las personas a asumir una actitud heterosexual aunque no sea ese su deseo ni necesidad emocional, la visibilización se ha enfrentado a la manera en que se alteran los términos o se trivializan para no dar la misma condición que aquellos que se refieren a la naturaleza humana aceptada socialmente, la homosexualidad no es opuesta a la heterosexualidad, es complementaria junto a otras formas de Orientación Sexual, como son la bisexualidad y otras formas consideradas posibles como la demisexualidad y la asexualidad.
Se debe usar Orientación Sexual sobre otros términos ambiguos o poco claros como son decisión, preferencia, opción o usar términos peyorativos como el sufijo -ismo, usado para no dar el mismo nivel ni valor a la homosexualidad ante la heterosexualidad, pues usar "homosexualismo" ante heterosexualidad es señalar erróneamente que el primero es optativo y el segundo innato cuando ambos los son.
La palabra homosexualidad fue creada por el escritor y poeta austro-húngaro Karl-Maria Kertbeny, quien publicó en 1869 en un panfleto en contra de las leyes que perseguían la sodomía en Prusia, tras la experiencia que tuvo en su primer trabajo en una librería cuando uno de sus compañeros fue víctima de chantaje por ser homosexual y recurrió al suicidio ante la falta de apoyo ante ese problema. En 1878 participa con un capítulo sobre la homosexualidad en la obra El descubrimiento del alma, del naturalista Gustav Jäger, quien lo consideró demasiado polémico pero retomó la terminología de Kertbeny, la cual fue usada también por el psiquiatra Richard von Krafft-Ebing, al definirla como una desviación sexual.
La bisexualidad fue descrita y definida por Sigmund Freud, quien aparte describió que existía una bisexualidad latente en muchos individuos considerados plenamente heterosexuales, no será hasta el Informe Kinsey que se describirá la Escala Kinsey, en que se clasifica la Atracción Sexual entre exclusiva, preferente, indistinta e indiferente según términos modernos.
Orientación Sexual: Heterosexual, Homosexual, Bisexual, Asexual o Demisexual.
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