Rumbo a la Marcha... (7).

El último sábado de junio es desde 1970 el día de la Marcha, en la fecha más cercana a la noche del 28 de junio de 1969, día de los Disturbios de Stonewall, que no siendo la primera manifestación ni el primer acto en que se enfrentaban personas homosexuales con la policía, sí fue el más significativo cuando se veía terminar la década de los 60 con sus posturas de pacifismo, liberación sexual y lucha por los derechos de las minorías mientras a los homosexuales no se les había tomado en cuenta.

Tras la marcha de hombres homosexuales en Washington el 1965 y el nacimiento del Recordatorio Anual como primera manifestación de homosexuales cada 4 de julio, la cual no había sido tomada en cuenta por la intención de aparentar normalidad y que hombres y mujeres se vieran igual a las personas heterosexuales para exigir el mismo trato y acceso a oportunidades en escuelas y centros de trabajo, en 5 años había llamado lentamente la atención pero no había logrado repetirse en otros sitios ni llamaba a otros miembros de la Diversidad Sexual a manifestarse, tras la noche de Stonewall y los enfrentamientos con la policía de los días siguientes la atención al Quinto Recordatorio se dio porque se esperaban más enfrentamientos, los medios captaron la visibilidad al darse algunos la mano caminando en pareja y presenciar el primer beso público entre dos personas del mismo sexo.

En el primer aniversario de Stonewall, cuando cientos de hombres y mujeres homosexuales y travestis caminaron exigiendo respeto a sus personas y la integración del Frente de Liberación Homosexual, la presencia de personas de todos los medios, como maestros, policías, empleados públicos, hombres y mujeres empresarios y trabajadores del sector privado, travestis y trans dieron a entender que esas personas, invisibles hasta ese momento, estaban presentes entre la sociedad y no eran tan distintos a los demás en necesidades, a esa Visibilidad se le dio por nombre Gay, una postura política de pedir ser aceptado tan y como se era porque uno era feliz tal como es, la ayuda no era para integrarlos a la sociedad de la cual ya formaban parte, era visibilizar que existían y la sociedad debía aprender a respetar a los diferentes.

El efecto Stonewall se fue repitiendo a lo largo de los años 70, en varias ciudades en Estados Unidos, Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda se organizaron marchas del Orgullo (la visibilidad Gay) no sin cierta hostilidad de parte de gobiernos y grupos conservadores, pero se les respetaba ante legislaciones que apelaban a la libertad de manifestarse. En México la primera manifestación pública por los derechos de las minorías sexuales se dio durante el Movimiento del 68, el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas hubo un grupo de homosexuales hombres y mujeres que llevaban una lona pidiendo el respeto a sus derechos, los demás grupos que se manifestaban los tomaron con cierto recelo, algunos molestos pero en mayoría indiferentes, no fue hasta 1978, en el décimo aniversario del 2 de octubre, que apareció de nuevo un grupo de homosexuales en las manifestaciones, que fue bien recibido por los que la presenciaban y que se habían organizado de parte de travestis y transexuales que pedía el final de las razzias en los bares y la persecución en las calles por delitos como la prostitución que se les imputaba.

Para 1979 iniciaron las marchas en la Ciudad de México, algunas veces no pudieron marchar más que sobre la banqueta en Reforma, otros enfrentado a la policía que buscaba cualquier pretexto para detenerlos, la situación llevó a 1986 que con tanquetas intentaron frenar la marcha y acabó en un enfrentamiento, aunque ya se realizaba cada último sábado de junio para solidarizarse con el aniversario de Stonewall, seguía presente que la Marcha en México debía estar más cercana al 2 de octubre.

Aunque muchos la minimizan aludiendo a la falta de cohesión dentro del Movimiento LGBT, la presencia de personas que buscan la visiblidad, como las personas con VIH en los años 80, han dado una imagen de búsqueda de espacios para expresarse, la conquista de los derechos igualitarios ha permitido que la visibilidad tenga otras formas de expresarse mientras en sitios como Nueva York, lugar de inicio del Movimiento, la Marcha pertenece a una serie de actividades de conmemoración LGBT tanto culturales como de diversión y socialización.

Si todavía algunos creen que no vale la pena, que se sienten ofendidos, que los "denigra", que hay intereses políticos y económicos, que los derechos de los cuales disfrutan los sienten más ligados a los privilegios que da el dinero y la raza que a los cambios en las legislaciones o la falta de aplicación de la ley que prohíbe tomar en la calle o tener actos sexuales explícitos en público, recuerden que es la presencia la que nos dignifica, mostrándonos tal y como somos ante la sociedad y ante nosotros mismos.

Continuará...

Nos vemos el 24 de junio.