En terapia se considera que todo acto fuera de ella es agresión, por el mismo sentido la relación entre dos personas que practican o sesionan es necesario que se negocien los límites del espacio, es a veces molesto y hasta humillante que fuera del protocolo una persona cambie su trato e intente dar órdenes, pedir sumisión o solicitar hacer un cambio en los acuerdos cuando no están ambos en el mismo espacio de acuerdo a los tratos que hayan llegado. Con el tiempo una relación de Dominante/sumiso puede derivar más allá de los compañeros de juego, de práctica o que se conviertan en jugadores serios en cada uno de los roles que prefieran llegando a una franca amistad, un relación de pareja, trabajo o negocios, pero esa división no puede darse si no se tiene una idea clara de lo que se desea hacer de tener un acuerdo D/s.
En el medio Leather/B.D.S.M. Existen muchos que solo lo ven como una forma de tener relaciones casuales, sacar sus frustraciones o alimentar un morbo mal intencionado y egoísta, para una persona que ha definido bien su papel y actitud ante las prácticas es fácil de hacer a un lado y encontrar a verdaderos jugadores, cuando no se tiene una definición clara se puede confundir a un buen Amo o sumiso con una aparente doble intención o hacerse participe de la satisfacción del otro sin llegar a tener la propia, un verdadero Amo no crea expectativas para con un sumiso a menos que primero sepa que quiere de sí como Dominante, el esclavo no entenderá lo que es sumisión a menos que comprenda que puede dar y cual será el Dominante adecuado.
Interiorizar lo que se desea es importante, acompañarlo con lo que se tiene para ofrecer al otro y saber que encontrará cuando se dé el contacto, saber que dentro del protocolo los roles o papeles se definen y se crean de acuerdo a nuestra personalidad, conocer al Amo que quiere un sumiso o conocer al sumiso de un Dominante inicia con conocer al Dominante o sumiso que se lleva dentro.
Yo, Amo
Si se decide llevar el poder y ejercerlo hay que controlar los instintos, un Amo suele crear su dominio de acuerdo a lo que encuentra en el sumiso, del disfrute del entrenamiento, los juegos de señales equivocadas para confundir al sumiso y poder aleccionarlo, los castigos, los premios, son parte del verdadero Dominante, el dar una orden clara que no sea un capricho o una necesidad sino la extensión del deseo es lo más sencillo y básico de entender por el Dominante, si quien ejerce el dominio tiene que repetir y reorganizar sus órdenes, se abstiene de enseñar por medio de la confusión los castigos y premios o se ha fijado la idea de que el sumiso busca un contacto meramente sexual está perdiendo el poder, no puede ser Dominante quien no plantea un espacio de juego, desconoce los límites pactados con el sumiso o se compromete pidiendo permiso o perdón por lo ejercido al sumiso está simplemente jugando a la autoridad, cuando mucho se le puede temer, más no respetar por el sumiso, el entrenamiento siempre será llevado a esto último.
Yo, esclavo
La sumisión, en todas sus facetas, son llevadas por el ejercicio de entregar el poder al Dominante, la confianza que le tiene y el respeto a las reglas, un sumiso comprende que es el Dominante quien manda, pero conoce hasta donde va a ser dominado, para ello el sumiso también se da a respetar, interviene en la práctica conociendo las reglas y se abstiene de detener el proceso por miedos y temores por lo experimentado, conocer los umbrales del dolor o la exposición a la humillación para muchos hombres pueden ser desconcertantes, no hay sumiso que no sienta en algún momento que lo que hace está mal o se vea como un depravado por lo que permite se le haga, el entregar el control a otro sin entender que se sigue teniendo el control de sí es una señal de masoquismo, la sumisión es pactada en la práctica, no algo real.
Señales
Para un tercero, ajeno a las prácticas y a su deseo de placer o experimentación, la entrega, pacto, protocolo y el juego le parecerán absurdas, incluso ilegales, aun explicando que existe un acuerdo y ambos participantes pactan en igualdad y plena libertad, por ello el mantener la discreción en las prácticas es importante, aunque el Uno a Uno(*) es un término conocido no puede tampoco ser tan rígido, la práctica es privada más no algo escondido y desconocido para los demás, en el medio Leather los fetichistas gustan de ser participantes pasivos de una sesión como vouyeristas, dentro del ambiente de gente con gustos afines, es difícil explicar al tercero lo que se busca y obtiene sin que haya un juicio moral de por medio que hable de alguna falta, vacío o búsqueda existencial, común para la gente que llega también a tener prácticas pero que asume que si no tienen nombre o no son términos entendibles para otros es algo que queda dentro de la privacidad de la pareja, cuando se llega a saber que un gusto, práctica o comportamiento es algo difundido, conocido y reglamentado se enfrenta a sentirse descubierto y con ello juzgado; entre más comunes y manejables se hacen los términos es mayor la libertad para ejercerlos y menor la posibilidad de usarlos para fines egoístas o enfermizos.
Un Dominante siempre tiende a querer conocer bien al sumiso, le da un trato de iguales y fuera de la práctica le corrige, “llámame por mi nombre”, al mismo tiempo que respeta al sumiso, los Dominantes no buscan llenar algo con el sumiso, no piden se le paguen sus consumos, le rindan tributo o adoración por medio de objetos o dinero, tampoco trata con prepotencia a la gente que es ajena al juego o decide por el sumiso la forma de llevar su vida, el control de la misma (trabajo, forma de vestir, estudios, gustos, costumbres, amistades, familia y a veces la pareja) son cosas que para el Dominante existen en forma independiente para el sumiso, lo cual ayuda a que éste no vea en el Dominante a quien va a tomar decisiones, el Dominante, fuera de la Sesión y la Práctica, comúnmente se vuelve un excelente confidente y buen amigo, de ahí la idea, no tan lejana de la realidad, de que la relación Dominante/sumiso es más fuerte que una relación de pareja, pues accede a un conocimiento del otro sin el compromiso de la relación íntima de la pareja principal.
El punto anterior puede no ser del todo cierto cuando existe un compromiso de otra índole, como es un entrenamiento o la relación con un Dominante Profesional, en estos casos el medio que forma la relación es el pago, convirtiendo la relación en algo comercial y un negocio, pero detectar quién es Profesional se confunde con alguna forma de sexoservicio, no faltan los sexoservidores que dicen ser Amos o Amas profesionales, tampoco, que en menor medida, haya sumisión pagada, pero los Profesionales del B.D.S.M. Se les conoce por la forma en que se relacionan con el resto de los practicantes, la clandestinidad disfrazada de privacidad es la señal más importante para saber que el Dominante que enseña y es conocido tiene una práctica profesional, quien no da la cara y dice sentir mayor “comodidad” sin hacerse público puede ser en realidad solo un buscador de objetos, favores o incluso dinero.
Continúa en: Las pruebas, la selección del compañero de prácticas
De: Guía del Principiante Leather: B.D.S.M. El Alfabeto del intercambio erótico del poder. (**)
Gerardo Spíndola
Comunidad Leather México
Moderador
Grupo: http://mx.groups.yahoo.com/group/comunidadleathermexico/
Blog: http://comunidadleathermexico.blogspot.com/
Correo: comunidadleathermexico@gmail.com
Correo Directo: gerardo.gerardospin@gmail.com
(*) Uno a Uno: Relación de pareja, no siempre la principal, en que se busca un compañero de gustos afines para practicar, participar del mismo fetichismo o introducirse al medio Leather/B.D.S.M., se confunde a veces con la privacidad o no participar de hacer pública una relación.
(**) GRACIAS por su paciencia en la preparación de esta tercera serie, tendremos una nueva parte cada jueves, próxima entrega: marzo 11 de 2010.
¿Dudas, preguntas, comentarios?
comunidadleathermexico@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario