QEPD César Vargas, (1975-2009).

México D.F., sábado 28 de marzo de 2009.

El miércoles 25 de marzo nos dejó César Vargas Hernández, fundador de Leather Amos esclavos México, activista y un amigo en uno de los momentos más importantes de mi vida.

Conocí en persona a César cuando regresó de Monterrey, su sinceridad y confianza en sí mismo me llamaron mucho la atención, siempre fue una persona modesta y sencilla para expresar lo que sentía, un tiempo vivió en mi casa, así que pude conocer actitudes que no dejaba ver a nadie, el mutuo interés que tuvimos en su proyecto de dar a conocer al grupo, su ideología, organizar reuniones y volver a formar una agrupación Leather nos puso a cargo y a enfrentar dificultades, diferencias y malentendidos ante otros y entre nosotros.
En pocos años tuvimos cada uno una meta y un objetivo dentro de la idea original que nos movía, organizó su grupo, estuvimos en las Marchas y hablamos ante los medios, fue justo la Clínica Condesa lo último a lo que asistimos, fue su enfermedad lo que lo retiró de la vida pública, estuve al tanto de varias cosas, pues no dejamos de vernos, aunque nuestra relación de amigos pasó a un plano totalmente privado, pendiente de mis problemas intenté estarlo de los suyos, no puedo mencionar si hubo palabras para entendernos de nuevo, pero muchas de sus acciones me dijeron que había algo que deseaba hacer y que nosotros no eramos desconocidos del todo.
Siempre me alegró saber que cuando le pedía me acompañara estuviera dispuesto a hacerlo, que cuando era él quien organizaba algo me preguntara si podía acompañarlo, así era César, una persona muy noble y bella, un ser que para muchos era un líder, el ángel negro de las marchas, el hombre que levantaba la bandera Leather al entrar al Zócalo, alguien que puso en palabras mucho del entendimiento que los Leather tenemos por convicciones, para mi, fuera de eso, era un amigo, aun distanciados nos podíamos ver sin indiferencia o rencor alguno.
La última vez que lo vi, fue con vida, hace unas semanas, salía del hospital y se tomaba la molestia de salir de su casa a esperarme al metro y hablar, aun solo unos minutos, me confiaba sus temores y dudas, me hizo saber que sus decisiones serían respetadas, no temía morir, sentía cercano un principio...

Cuando supe de su muerte la mañana del miércoles pensé mucho en la persona que conocí, en todo lo que dejó en mi, extrañaré su presencia, su persona, su sonrisa y hasta sus lágrimas, pero no olvidaré que lo conocí en muchas formas que hoy hacen de mi lo que soy, gracias por haber estado ahí César.

Siempre pedí por su vida, ahora oro por su descanso, que nuestro silente ruego sea escuchado y le acompañe porque ya no está más solo.

Que en paz descanse César Vargas, para muchos el Leather boy de México, para mí, simplemente César, mi amigo, 1975-2009.

Gerardo Spíndola

Moderador de Comunidad Leather México

De mí, de los amigos, de la Comunidad y todos los buenos Leather de México.



”... Nunca he contado esta historia todavía. Los camaradas que me volvieron a ver se pusieron muy contentos de encontrarme vivo. Yo estaba triste pero les decía: es el cansancio...
Ahora me he consolado un poco. Es decir... no totalmente. Pero sé que él regresó a su planeta, porque cuando salió el sol no encontré su cuerpo. No era un cuerpo tan pesado... Y me gusta por la noche escuchar a las estrellas. Son como quinientos millones de cascabeles...
Pero he aquí que sucede algo extraordinario. Al bozal que le dibujé al principito, me olvidé de agregarle la correa de cuero ! Nunca habrá podido colocárselo al cordero. Entonces me pregunto: "Qué es lo que sucedió en su planeta ? Posiblemente el cordero se haya comido la flor..."
A veces me digo: "Seguramente que no ! El principito guarda su flor todas las noches bajo su globo de vidrio y vigila bien a su cordero..." Entonces me pongo contento. Y todas las estrellas ríen en voz baja.
Otras veces me digo: "Uno puede distraerse en cualquier momento, y con eso basta ! Se olvidó alguna vez el globo de vidrio, o bien el cordero salió sin hacer ruido durante la noche..." Entonces los cascabeles se convierten todos en lágrimas !...
Ése es un gran misterio. Tanto para ustedes que aman también al principito como para mí, nada en el universo es parecido si en alguna parte, no se sabe dónde, un cordero que no conocemos ha comido o no una rosa...
Miren el cielo. Pregúntense: el cordero se comió o no a la flor ? Y verán como cambia todo...
Y ningún adulto comprenderá jamás la importancia que esto tiene !


Éste es para mí el más bello y el más triste paisaje del mundo. Es el mismo paisaje de la página anterior, pero lo dibujé una vez más para mostrárselos bien. Es acá que el principito apareció en la tierra, y luego desapareció.
Miren con atención este paisaje para estar seguros de reconocerlo, si viajan algún día por el desierto de África. Y si llegan a pasar por allí, les suplico que no se apuren y que esperen un poco, justo bajo la estrella ! Si entonces se les aproxima un niño, si ríe, si tiene cabellos dorados, si no responde cuando se lo interroga, podrán adivinar de quién se trata. Entonces, sean amables ! No me dejen tan triste: escríbanme pronto que ha regresado... “

Antoine de Saint Exupéry, El Principito, capítulo XXVI