San Nicolás, conocido por Nicolás de Myra en Oriente y Nicolás de Bari en Occidente, participó del Concilio de Nicea, dedicó su vida a defender a los débiles de los poderosos, viajaba constantemente en su labor de evangelizar y daba regalos a los niños en Navidad en recuerdo del regalo recibido de Cristo, la Salvación Eterna.
Reconocido por la leyenda de haber dado en forma secreta oro para la dote de tres mujeres para poderse casar y la salvación de tres niños que habían muerto al caer de un árbol, se le considera el primer santo no mártir cuya vida es ejemplo de santidad por sus obras.
El nombre San Nicolás derivó en Sinterklaas y de ahí a Santa Clós, la costumbre de hacer una carta para pedir regalos el día de San Nicolás, el 6 de diciembre, fue cambiando y ahora se espera a la víspera de Navidad.
Debido a que era el obispo de Myra se le representa como un anciano con sus ropas moradas y larga barba, fue la revista Harper's Bazar la que puso la famosa imagen del abrigo rojo y la barba blanca. Washington Irving al conocer la devoción de los holandeses emigrantes en Nueva York por el padre invierno (papá Noel) lo inmortalizó en uno de sus libros, lo puso como un anciano generoso y sonriente que metía regalos a las casas por las chimeneas.
Venerado en las Iglesias Católica y Ortodoxa, se le reza en este día de acuerdo a esta plegaria:
"La verdad de tus obras te mostró ante tu grey como canon de la fe,
ejemplo de virtud, maestro de abstinencia;
así como por la humildad obtuviste las alturas y por la pobreza las riquezas,
Oh Padre y Jerarca Nicolás,
ruega a Cristo Dios que salve nuestras almas".*
¡FELICES FIESTAS!
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