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lunes, 18 de julio de 2016

Julio, mes del BDSM (4).

Prácticas, fetiches y parafilias.



En un principio se llamaba aberración o perversión a todo comportamiento que causara placer más allá del coito, siendo además censurado al pretender que la sexualidad humana "normal" era únicamente para fines reproductivos, de ahí que una vez establecida la diferencia entre lo "aceptable" y lo "enfermo" se intentó fomentar lo primero, por medio del llamado a la moderación, mientras lo segundo tuvo una persecución que fue cambiado conforme se ocurrían ideas que pasaban de lo absurdo al abuso y la tortura, jaulas de "castidad", dildos, electrochoques, choques insulínicos, aislamiento, castigos corporales y la lobotomía, fueron métodos que se aconsejaban para todo tipo de perversiones: desde la falta de apetito sexual, el exceso de estímulos sexuales, la homosexualidad, la masturbación, la histeria (vinculada a la falta de sexo) y otros comportamientos que para la década de 1950 ya se establecieron como comportamientos sexuales "normales" o comunes entre la población adulta y que gracias al cambio de visión de la salud mental como la capacidad de desempeñarse en la vida pública y privada sin causar daño físico o mental a un tercero fue que el recreo sexual pasó a primer lugar en la necesidad de practicar el erotismo y ejercer la sexualidad mientras la reproducción pasó al último lugar a considerar, esa nueva normalidad tuvo que implantar un nombre nuevo y se le llamó parafilia "práctica sexual no coital".
Además que muchas prácticas médicas y pseudo científicas para "curar" las perversiones se convirtieron en nuevas prácticas de búsqueda de placer, sobre todo en masoquistas y fetichistas, el término en sí de "perverso" se diferenció de "pervertido" aunque para muchos no era algo aceptable porque no hubo una apropiación del término como pasó en el caso de los hombres homosexuales que adoptaron el despectivo "gay" (alegre) como definición de su movimiento.
Cuando se investiga una práctica o juego sexual no coital a veces se encuentran demasiadas definiciones y clasificaciones ante la falta de un consenso, aunque en general muchos de los que se han iniciado en considerar esas prácticas parte de su vida sexual o experiencia erótica hacen una separación de lo que es el BDSM como prácticas que se relacionan con el Someter, Humillar, Torturar, Disciplinar, Aislar, Dominar de forma consensuada, del Fetichismo o gusto por los objetos, prendas de vestir, comportamientos y ritualizaciones, que son parte del Medio en que se puede excitar de forma visual, auditiva, sensorial, olfatoria y por el gusto que incluye además el autoerotismo y la provocación pública propia de dejarse ver o ser testigo de algún comportamiento en particular más allá de la masturbación en sí, lo cual es un punto de encuentro para muchos cuya afición no incluye el BDSM o que es complementario al mismo.
Aclarando más el punto anterior uno puede tener el fetiche por los abrigos de pieles*, el ver usarlos o portarlos, pero si los incluye en la práctica sexual se vuelve un fetichismo erótico, mientras que el pedir usarlos para excitarse mientras quien los porta usa, insulta, golpea o humilla a quien lo solicita se vuelve entonces una parafilia en que la persona sometida por ese placer es un masoquista.
Ante esa linea tan delgada es que muchas prácticas o juegos que se consideran parafilias** no entran por completo en el concepto de BDSM, pero toda práctica BDSM es en sí una parafilia, lo que va a diferenciar a estás prácticas de un comportamiento enfermizo o mentalmente desequilibrado es que en el BDSM se exige que todo sea bajo consenso, de forma previamente negociada y con el conocimiento de hacerlo sin causar daños físicos y emocionales, al final el BDSM es un juego adulto mientras que todo lo demás, donde se aplica la fuerza, el desconocimiento y la imposición con ventaja es y será siempre considerado abuso.
Otra diferencia clara es que el BDSM atiende al código de ética de los Sano, Seguro y Consensuado por lo regular y todo abuso es violencia, además de que el BDSM es practicado por personas que pueden demostrar un equilibrio mental en que saben llevar el juego hasta los límites permitidos y la violencia carece de ese equilibrio, para la psiquiatría (y esperamos pronto las legislaciones de muchos países***) las prácticas y preferencias sexuales y eróticas no son prueba ni forma de juzgar el equilibrio mental de una persona mientras sean asumidas como un juego o práctica erótica y la persona se comporte como se ha dicho anteriormente.

La diferencia entre lo que se puede considerar una práctica BDSM real y lo que es un pseudo o falso BDSM como ejercicio de la misma es algo más complicado de diferenciar, pues cada grupo, comunidad o incluso practicante serio tiene sus propios gustos y forma de llevarlas a cabo pero más adelante lo iremos explicando, mientras tanto esperamos dejar más clara la diferencia entre las prácticas BDSM y lo que debe ser considerado violencia o que pone en peligro real al practicante de las mismas.

Julio, mes del BDSM.

Imagen: esclavitud sexual, práctica en que la persona sometida permite el uso de parte de un dueño o propietario de la sexualidad del sometido o sumiso, siendo posible ejercer el tener o no sexo, la castidad, exclusividad, tortura o privación parcial o total de algunas "libertades" sexuales , siempre bajo un consenso y con una serie de "reglas" u obligaciones de parte de ambos participantes, de ella se derivan las prácticas de Dominio y sumisión más comunes donde hay Amos/esclavos, Propietarios, Dueños, Entrenadores o Dominantes y perros o mascotas humanas, bois(chicos), toys (juguetes),  muebles humanos o sumisos.

* Se refiere a La venus de las pieles, de Leopold von Sacher-Masoch (1836-1895) quien describe la experiencia que vivió al enamorarse de una mujer con la cual pactó ser su esclavo sexual sometido a todos sus caprichos mientras ella solo debía cumplir con ejercer ese poder cada noche usando abrigos de pieles y teniendo sexo insatisfactorio para él, de ese texto se acuñó el término Masoquismo.
** Parafilias es el término comúnmente aceptado para referirse a las Prácticas sexuales alternas (antes perversiones) y cuya lista ha ido cambiado desde su primera aplicación haciendo diferencia entre el comportamiento permitido y el considerado insano.
*** En el Código napoleónico se establecía que solo se consideraba delito lo que ejercía daño de una persona a otra que lo denunciara, dejando las actividades privadas como asuntos personales, mientras que la ley anglosajona que perduró en Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, se consideraba que se podía perseguir incluso las prácticas consensuadas entre adultos, de ahí que mientras en el siglo XIX varias naciones hispanoamericanas además de Francia, España y Portugal entre otras hayan despenalizado la homosexualidad mientras las naciones sajonas crearon leyes que la perseguían con cárcel, o que Estados Unidos e Inglaterra persiguieran a los matrimonios mixtos entre personas negras y blancas o condenaran la brujería, algo abolido desde la Revolución francesa.

de: Guía del Buen Leather, BDSM y sexualidad alterna entre hombres.
Comunidad Leather México.

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