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lunes, 11 de julio de 2016

Julio, mes del BDSM (1).


Sexualidad alterna.

Por sexo entendemos siempre dos cosas: la diferencia biológica entre hombre y mujer, y el acto relacionado al coito o cópula que por lo regular se da entre pene y vagina, debido a lo anterior por mucho tiempo la experiencia sexual se vio limitada a suponer que la finalidad del coito era la procreación pese a que el comportamiento sexual humano tenía un mayor número de expresiones y formas las cuales eran toleradas, sacralizadas y en mayoría censuradas, dependiendo el momento histórico.
En el siglo XIX, tras abolir los "delitos imaginarios" (posesión, hechicería y brujería) le tocó a la recién fundada ciencia de la mente, la psiquiatría, el separar de los comportamientos sexuales los que se creían eran originados por la frustración, la neurosis o el abuso de los comportamientos aceptables o correctos cuya finalidad seguía siendo la reproducción, haciendo que el placer fuera puesto bajo el nombre de aberración o perversión, que se vio en poco tiempo puesto en duda cuando la autosatisfacción (masturbación y autoerotismo) fue aceptada como un comportamiento sexual que no dañaban la búsqueda del coito, aunque se hizo bajo ciertos argumentos en que se suponía eran parte de la salud y estabilidad mental de la mujer, de ahí la invención del masturbador o dildo, cuando se creía que la falta de actividad sexual causaba histeria. 
La otra concesión fue ampliar el término de coito o cópula a otras actividades como la penetración pene-ano y pene-boca, aunque tardaría hasta el siglo XXI el reconocer que el contacto entre dos vulvas y la actividad boca-vulva y boca-ano eran también actos coitales.
Volviendo al inicio, quedaba toda actividad que no es un coito o la manipulación de los genitales en la lista de perversiones y se sugería un tratamiento para "normalizarlos", lo cual hizo que se usara desde la supresión física, como las jaulas y cinturones de castidad para hombres, hasta el condicionamiento con los electrochoques para el deseo considerado erróneo (masturbación masculina, homosexualidad, excitación por los sentidos) que llevaron a la terapia hormonal y la lobotomía que no tuvo ningún caso considerado exitoso.
Tras el estudio realizado por Alfred Kinsey sobre comportamiento sexual en varones (1948) y el posterior en mujeres (1953) es que se conoció, entre otras cosas, que esas "aberraciones" estaban presentes en las prácticas sexuales de los adultos y en mayoría no tenían consecuencia en la persona o su grupo cercano, el ser "perverso" era algo que muchos descubrían por sí mismos y que realizaban como complemento a sus vidas, lo único real que pasaba era que pocos conocían los nombres de sus actividades o las habían llevado a cabo dejándolas en el terreno de la fantasía que los llevaba a querer expresarlo de otra forma, lo cual impulsaba la literatura, el arte y la creatividad en general en mayor grado que en fomentar la psicopatía, la sociopatía y otros comportamientos antisociales, una gran parte de los adultos, casi 7 de cada 10 varones y 6 de cada 10 mujeres, confesaban tener fantasías sexuales y un tercio, casi el 30% de la población adulta, decidían llevarlo a cabo, la sexualidad, estando al fin en manos de las mismas personas, pudo superar la era de conservadurismo y las presiones sociales e ideológicas que intentaban llevarlas a una cura, aunque el problema principal seguía siendo querer "curar" la homosexualidad la aceptación de la Orientación sexual válida de la bisexualidad, la heterosexualidad y la bisexualidad iban camino a despatologizarlas todas, momento logrado en 1973 para la homosexualidad que se equiparó a la heterosexualidad, pero las perversiones siguieron todavía siendo perseguidas pese a la Revolución Sexual (que fue más heterosexual y pugnaba por el sexo libre) siendo en 1987 que se cambió la forma de clasificar los comportamientos sexuales y de perversiones* se cambió a parafilias**, separando los comportamientos que se consideraban enfermos o insanos de los que se tomaban como expresiones de sexualidad alterna*** (no coital), terminando con una lista que incluye el fetichismo, el vouyerismo, el exhibicionismo, el masoquismo y el sadismo, entre otros; considerando que no eran enfermos ni dañaban la salud sexual y mental del individuo mientras "permitieran el desempeño de la persona en sus actividades humanas" incluyendo las sexuales, siendo en mayoría considerados juegos sexuales inofensivos y cuya finalidad es incrementar el deseo o sustituir de forma parcial o total al acto de penetración o coito, lo cual para muchos significa ampliar la variedad de la vida sexual.

continuará...

Julio, mes del BDSM.

* Perversión, solo significa "fuera de" y derivó el término "pervertido" pues perverso era cada vez más usado como una forma de hablar naturalmente (ni bueno ni malo) de las prácticas y las personas que las realizaban.

** Parafilia, tiene un significado muy parecido a "perversión" aunque sin su carga negativa, propiamente sie refiere a lo "alterno al coito".

*** Sexualidad alterna, se refiere a las prácticas, juegos y actividades eróticas, romáticas y sexuales que no incluyen el acto de penetración y acepta a otras que no son enteramente parafilias, como el placer por la comida y otros gustos personales.

Imagen: Dante y Virgilio observan a un demonio mordiendo la garganta de un condenado por lujuria, la repulsión que causa es al mismo tiempo erótica y violenta, siendo una imagen que provoca tanto rechazo como atracción.

de: Guía del Buen Leather, BDSM y sexualidad alterna entre hombres.
Comunidad Leather México.

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