El juicio de Oscar Wilde.
En 1895, Oscar Wilde estaba en la cúspide de su carrera, famoso escritor, poeta y dramaturgo irlandés, proveniente de una familia católica liberal, hijo de importantes intelectuales en Dublín, demostró ser una persona extremada inteligente y de agudo genio, se relacionó mucho con las ideas del esteticismo y la imagen del Dandy, tan de moda entre la juventud inglesa de finales del siglo XIX, Wilde había escrito diversas críticas sobre la hipocresía social y era celebrado por su sentido de humor cargado de sarcasmo en sus obras de teatro, su única novela, El retrato de Dorian Grey, lo colocaba dentro de los grandes escritores de su tiempo.
Fue en esta etapa cuando inicia su amistad con lord Alfred Douglas, hijo del marqués de Queensberry, quien sospechó de una relación amorosa entre su hijo y Wilde, entonces Queensberry envió una nota acusando a Wilde de sodomita, término que entonces ya caía en deshuso por la palabra homosexual, Alfred lo animó a demandar a su padre y lo llevó a juicio, tras un segundo juicio en mayo de 1895, creyendo Wilde que su ingenio lo libraría de todas las acusaciones y tendría un castigo para Queensberry, Wilde fue encontrado culpable de sodomía e indecencia y fue condenado a dos años de trabajos forzados, Queeensberry quedó libre de todo cargo, fue durante ese encarcelamiento que Wilde escribió una larga carta para Lord Douglas, De Profundis y el poema La balada de la cárcel de Reading.
Este acto de profunda represión a la homosexualidad tendría consecuencias muy graves sobre Inglaterra y el total de Europa de entonces, muchos artistas homosexuales fueron perseguidos, acosados y obligados a emigrar de sus respectivos países por la presión social que se les hizo en nombre de "normalizarlos".
Otro efecto del caso Wilde fue que su imagen fuera ridiculizada para fomentar la idea de rechazo hacia lo diferente, Wilde, por ser Dandy y sus posturas filosóficas, era visto como alguien afeminado, afectado, ocioso y decadente, lo cual se relacionó directamente a lo que debía ser tomado como un hombre homosexual, en esos años las posturas políticas populares veían a la homosexualidad masculina como algo totalmente negativo, desde el principio de tener relaciones sin poder tener hijos, lo cual iba contra el principio del matrimonio y la familia, se les asociaba con la pederastia y la asocialidad, el uso de drogas y la vida clandestina, un mito de entonces hablaba de la "Logia Masónica del vicio", el rechazo de la otredad fue reforzado como forma de señalar la decadencia social, para los proletarios el burgués decadente era un afeminado, para los burgueses eran los comunistas los decadentes homosexuales, para los socialistas era un parasitismo burgués, en las culturas que tenían marcada influencia europea, el homosexual era la renuncia de la masculinidad machista y asumir el papel de la mujer abnegada.
Tuvo que ser un momento tan traumático, como fue la Primera Guerra Mundial, que la homosexualidad masculina fue parte de la "moda" de la disidencia social, hombres viviendo juntos como "marido y mujer", parte de la vida clandestina pero públicamente reconocida en ciudades como Berlín, Londres, París o Viena.
A partir del juicio de Oscar Wilde su obra ya no fue comentada y sus obras de teatro fueron retiradas, su esposa sacó a sus hijos del país y cambió su apellido por Holland, Wilde no los volvió a ver, tras salir de la cárcel estuvo un tiempo en Italia tras reconciliarse con Lord Douglas, al separarse por presiones de ambas familias se queda en París y muere solo en noviembre de 1900 a los 46 años, su segundo hijo Vyvyan, publica en 1954 sus memorias y empieza la reivindicación del nombre y obra de Oscar Wilde, su único nieto, Christopher Merlin se ha dedicado a promover la obra de su abuelo, en 1995, tras un siglo del juicio, las iglesias anglicana y católica rehabilitaron el nombre de Oscar Wilde.
Imagen del Police News de 1895 sobre el caso Wilde.
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