En primera persona... 4.

De hombres y ratoncitos.

Prefiero poner un nombre como el anterior, porque ya sé por dónde van las opiniones cuando decimos "tipos" de hombres para explicar los grados de masculinidad, pues no se puede medir por medio de puntos, alcances, capacidades o carencias lo que es un hombre y menos lo que su masculinidad es como ideal, aparte de los criterios, pues no falta quien ve esos criterios como gustos personales con un propósito determinado, aún recuerdo una marcha en que un tipo semi tomado se subió al carro y se puso a quitarle la gorra a todos los que veía porque le gustaban los "pelones" y que nadie dijo nada de que, entre hombres Leather el tocar la gorra ajena es un acto de provocación, pues todos lo ahí presentes entendimos que este tipo era "otro" tipo de hombre y por tanto no era un igual a quien poder pedir explicaciones, pero no quiero adelantarme tanto.

Se habla tanto de que dentro de la Cultura Gay se hacen muchas referencias a los ideales "activo-grande-peludo-viril" y el "pasivo-pequeño-lampiño-afeminado", que sean o no inconscientes, se hacen presentes en la forma en que algunos grupos de hombres homosexuales establecen criterios de amistad o animadversión, la "amiga" mana inofensiva o el "novio" chacal varonil, pero en nuestro medio la definición del Leather pesa más que la de masculinidad, pues partimos de un concepto de relaciones entre iguales y por "iguales" nos referimos a todo lo que consideramos cercano y por tanto conocido.

No con lo anterior digo que seamos un grupo que busquemos una "zona de confort" ni una actitud que disfrace una homofobia, racismo, clasismo o cualquier prejuicio disfrazado de criterio, como lamentablemente lo encontramos en grupos que se fijan mucho en las actitudes y relaciones complementarias (macho/hembra, hombre/mujer, masculino/femenino) o las suplementarias, como pasa en ciertos grupos con actitud sectaria.

El Leather partió de un mundo en que por principio solo había hombres, el ejército y el trabajo, que adaptando sus reglas se hizo su lugar porque, por un lado no molestaban a quien no era un "par", como eran los heterosexuales, ni entre sus "pares", al no tomar "roles" de género, pues hasta en las prácticas sadomasoquistas se prohibió entonces ser "switch", la feminización o el humillar por medio del trasvestimo forzado o un lenguaje plagado de términos femeninos despectivos, como pasó dentro del Medio Gay como lenguaje de identidad y seguridad ante la agresión del mundo heterosexual.

Una regla simple y básica del medio es tomada de Memorias de una máscara de Mishima: "en el amor solo se puede pedir lo mismo que se da", referente a que los hombres considerados rudos, esos que amaba Jean Genet, solo entendían la violencia como moneda de cambio y al intelecto como algo afeminado, con el tiempo, cuando la Vieja Guardia fue cediendo ante una generación nueva de los "hijos" que crecieron durante la ausencia de estos hombres durante la Segunda Guerra Mundial y que en los años 50 alcanzaron la edad adulta buscando a un "padre" entre esos hombres forjados en la batalla, para entonces los intelectuales y otros "tipos" de hombres, gustaban de esa masculinidad y los veteranos abrían sus criterios a nuevas experiencias dentro y fuera de lo que consideraban era el "Mundo Masculino".

Recordaba hace poco a esa persona que entraba al grupo de vez en cuando para exigir que las cosas fueran como a él le parecían, que para todo lo que había tenía una respuesta y un rechazo, que si eran reuniones le parecían cosas de señoras, que las fiestas cosas de jotas, que las charlas cosa de amigas, además de pedir que todos le revelaran su rol para escoger a los machos que necesitaba, cuando le pedimos contribuyera entonces con lo que le parecía debía ser el grupo nos estuvo reportando intentado que nos cerraran, cosa que no pudo, aunque si logró que otro grupo, los Hombres de Traje, se alejaran de todo contacto entre nosotros, porque le parecía que ir de traje y andar de cuero esa mezclar al patrón con la servidumbre, cuando lo conocí creo sobra decir que esa actitud escondía a alguien que no se parecía en nada a un Leather o un hombre de traje, pero sí a una persona "x" sin ninguna virtud o capacidad especial.

Hoy volvemos a tener cerca el caso de los "turistas", hombres solos o parejas que gustan de un tercero en cuero para excitarse pero que lo reducen todo a armar encuentros en sus departamentos o un hotel (cosa peligrosa que hemos advertido), que se suma a quien cree que "presentarse" es poner una foto de su trasero sin comprender el sutil y efectivo lenguaje de que con una foto de cuerpo entero, de preferencia vistiendo cuero, pues esa es nuestra identidad, se puede dar a entender que se es activo o pasivo (si es que eso importa), se es Dominante o sumiso (que tiene más sentido) o simplemente se es un principiante y se busca un entrenador que lo introduzca a este Medio, cosa que hablaremos con calma en la siguiente entrega.

De: Imagen, en primera persona.

Guía del Buen Leather 

Gerardo Spíndola   

Comunidad Leather México 

Moderador

Sobre la foto:

El punto de entrada, que no es el único pero sí el más socorrido, para el Medio es el Fetichismo, que por un lado indica cuales son los "tipos" o estilos de vestimenta para ir a un encuentro de grandes magnitudes, pero que ayuda a definir que una vez dentro se tendrá sitio para los Practicantes de BDSM, los fetichistas en sí y los Hombres del Cuero que conviven en un espacio entre iguales y como miembros de una Hermandad.

cortesía: London Fetish Week

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