Cuando existía la Vieja Guardia Leather, que algunos equiparan con la "Vieja Escuela" del BDSM, los límites de las relaciones eran fáciles de entender "lo que ahí pasaba ahí se quedaba", " se podía tener amistades no fetichistas, no practicantes y mujeres fuera del espacio físico y de convivencia, no se podía esperar ayuda de los compañeros en solidaridad, había que expresar el deseo de ayuda con quien se tuviera confianza, las "relaciones de juego" se respetaban siendo ajenas a la relación emocional, de pareja o el matrimonio, no había switchers, se era Dom o era sub en todas las prácticas y todos se hablaban de usted cuando no se sesionaba, nadie llamaba Amo al Dom, el término correcto era (y es) Señor a secas y nadie se auto nombraba Amo, Dominante ni Dueño, era algo que se ganaba por el respeto recibido de un sumiso que agradecía el privilegio de ser entrenado.
Ahora cualquier tonto que es activo o bien dotado exige le llamen Amo aunque no sepa hacer nada más que coger cuando en el Medio el sexo era algo ajeno a la relación Leather.
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