El deporte en grupo, tal vez la única forma de socializar dentro de la vida civil buscando un objetivo común, tuvo también el propósito de alentar la amistad y los lazos de unión entre hombres, desde el futból, el basquetbol, el rugby o los deporte de "élite" como el polo, todos tuvieron un origen humilde, como formas de entrenarse en labores de campo o en los tiempos muertos en las escuelas, trabajo o las prácticas militares, en este universo homofílico (del gusto por socializar entre personas del mismo género), nacieron comportamientos del Código de Caballeros: lo que en el campo pasa en el campo se queda, la hermandad entre varones, el apoyo a causas comunes y el respeto a la vida sexual, pues era más común entre heterosexuales que algunos de sus compañeros se "perdieran" durante los tiempos en vestidores y duchas, lugares que pasaron a ser considerados perfectos para encuentros homoeróticos, pero que solo quedaban en la imaginación.
Este prototipo de hombre fue otro de los hombres de Tom, un varón viril, bien definido, fuerte y dispuesto a convivir, la fantasía que se tenía en esos momentos se podía encontrar en las imágenes de la pornografía y el homoerotismo de entonces, asumiendo actitudes que se volverán lugares comunes en el lenguaje sexual: más altos y siempre activos para los "dominantes", más jóvenes y pasivos para los "sumisos", una marcada diferencia entre quien usaba su cuerpo y quien tenía derechos sobre el mismo, había entrega, igual que cierto rechazo o juego del deseo...
Guía del Buen Leather
Gerardo Spíndola
Comunidad Leather de México
Moderador
Hablemos de la Identidad Leather este lunes en la cafetería de la Condonería Diversex a las 7 p.m. en Regina 72, primer piso, Centro Histórico, metro Pino Suárez, ENTRADA LIBRE al comprar su café.
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